viernes, 9 de marzo de 2012

AGONÍA...


AGONÍA...
Como una cascada de lágrima vertidas
mi corazón sensible vaga por la vida.
Es como un llanto silencioso que grita.
Una tristeza que calla y muda se agita.
Mientras cuido la quietud de mi agonía,
en el regazo llevo a la muerte dormida.
Azorada aún bebo de azules amaneceres
y mis pupilas pintan rojizos atardeceres.
Mi corazón es tan quieto y tan silencioso
que no oigo sus latidos en el alma triste.
¡Lo he descubierto a veces recopilando
recuerdos en un intento vano de vivir.
¡Agobiado se asoma a los días, triste,
con sus sueños heridos, hecho añicos.
Intenté volar con mis alas rasgadas,
quise juntar estrellas, en el fango caí.
¡Anhelé una vida de sueños cumplidos,
liberada de melancolías y angustias!
¡Pero mi corazón se halla triste y dolido!
¡Como si la muerte usurpara mi nido!
AZUL