martes, 19 de noviembre de 2013

RUEGO...

                                                                               
 

 

Ruego...

 Amor, no te vayas…
Aún tengo bríos para soñar a tu vera,
para acunarte en mi regazo, en la tierra.

Soy la que en las noches enciende estrellas,
pinta los frutales de rojo para que los veas
y tus ojos de luz, se inunden de bellezas.

Amor, no te vayas…
Mis manos traen brillos de luceros y lunas,
coralitos y caracoles para tus quimeras.

Amor, no te vayas…
Te brindaré las flores más fragantes
para llenar tu vida de dulces primaveras.

Yo soy la que te ama, la que sueña
crear juntos un nido, de ramas hechiceras
y refugiarnos cuando la lluvia arrecie afuera.

Por las tardes de otoño bajo el sol tibio
pasearemos unidos por las calles nuestras.
Juntaremos ilusiones de silencio y grandeza.

Amor, no te vayas…
Nos iremos amarrados cuando Dios lo quiera

 y viviremos sobre las nubes de rocío plenas,
con coros angelicales que canten sin penas.



A ZUL






miércoles, 6 de noviembre de 2013

TAN SÓLO AMANTES...

                                                                            


TAN SÓLO AMANTES…



Nunca será pecado, para los amantes, amarse,

en las noches amatistas con estrellas consteladas,

 en los días dorados cuando el astro rey amanece,

 los atisbos del sentir, con esperanzas desveladas.


 
Aunque nadie lo sepa, sus corazones cantan

 melodías de amor, de gratos sueños inundadas,

 en los inviernos grises de ramas que se hamacan

 y en los veranos ardientes de flores perfumadas.

 

En los amores tardíos y en los de juventud plena,

 un hombre y una mujer entrelazan sus ilusiones,

 tomados de la mano elevan al espacio una pena,

les crecen flamantes alas repletas de emoción.



Mil veces desfallecen y otras mil se fortalecen

 luciendo el estandarte de amarse sin medida,

 con el milagro de sus corazones se estremecen

y un batir de suspiros se disemina en sus venas.

 

Aunque la cruel lejanía sólo sus almas reúna,

 una mágica puerta se abre misteriosamente,

 la dama blanca de la noche en sus rayos acuna

 a dos seres furtivos que se besan dulcemente.


AZUL