martes, 15 de septiembre de 2009

TODO ESTÁ IGUAL...





TODO ESTÁ IGUAL...



El llanto creciendo como un río,

la alegría retenida en el dolor,

las manos desnudas de caricias

y la rosa marchita en un rincón.


La noche encendiendo farolitos,

las agujas aquietadas del reloj,

la palabra escondida en las almas

recordando los ecos del adiós.


Todo está igual que aquella tarde,

el sol acurrucado en mi interior,

el silbato del tren que se alejaba

y la vida perdiendo su color.


Hubiera querido detener tu vuelo

para soñar, amar y darnos vida,

si hasta Dios parecía sorprendido

al ver sangrante nuestra herida


Tu nombre impreso en mi memoria

con indeleble letra enmarcado

evoca la pasión de aquellos días

que el destino nos ha arrebatado.


Marcará el calendario el final

de mi agonía, el día señalado,

por ti latirá silencioso mi pecho

en el último adiós desconsolado.


AZUL