
A CAMILO
Te recuerdo esta noche fría de otoño,
mi memoria te pinta entre la fronda
pequeñito amigo, ojos de azabache.
correteando la alegría que te colma.
Quiero imaginarte hoy, donde estés,
en el cielo de los perros con el Señor,
quizás jugando por floridos senderos,
tal vez sintiendo los ecos de mi amor.
Porque vives en mí, en el corazón,
porque fuiste el ser que tanto me dio,
mi compañía, mi esperanza, mi dolor,
la estrella de luz que mis pasos guió.
¡Ah! mi perro chiquito, todo orejas,
hocico de hielo, rabo alborotado…
¡Cómo extraño tu saludo al llegar!
¡Cómo añoro tus sueños a mi lado!
La tibieza de tu aroma, tu ternura,
que acunaron mis horas y mis días,
de tu alma pequeñita, la hermosura,
serán siempre mi dulce compañía…
mi memoria te pinta entre la fronda
pequeñito amigo, ojos de azabache.
correteando la alegría que te colma.
Quiero imaginarte hoy, donde estés,
en el cielo de los perros con el Señor,
quizás jugando por floridos senderos,
tal vez sintiendo los ecos de mi amor.
Porque vives en mí, en el corazón,
porque fuiste el ser que tanto me dio,
mi compañía, mi esperanza, mi dolor,
la estrella de luz que mis pasos guió.
¡Ah! mi perro chiquito, todo orejas,
hocico de hielo, rabo alborotado…
¡Cómo extraño tu saludo al llegar!
¡Cómo añoro tus sueños a mi lado!
La tibieza de tu aroma, tu ternura,
que acunaron mis horas y mis días,
de tu alma pequeñita, la hermosura,
serán siempre mi dulce compañía…
AZUL